Las mejores novelas negras según los propios escritores

El mexicano Martín Solares es uno de los escritores de historias de crimen más importantes de América Latina. En esta guía reúne algunas novelas negras que deberíamos leer y, más adelante, se suman las recomendaciones de autores como Bolaño, Murakami, Piglia o Stephen King.

Martín Solares recomienda novelas negras que deberíamos leer en La Rueda Suelta
Martín Solares recomienda novelas negras que deberíamos leer. Foto: Juan R. Llaguno
Actualizado: 24 de noviembre de 2025

Además, en los últimos años, Solares ha construido una trilogía detectivesca y fantástica protagonizada por el agente Pierre Le Noir, en la Francia del surrealismo: Catorce colmillos, Muerte en el jardín de la luna y Cómo vi a la mujer desnuda cuando entraba en el bosque. Sobre esa experiencia lectora y de escritura habla esta selección de “culpables bien definidas”: novelas negras que lo influenciaron y que siempre recomienda por su calidad.

Solares es también autor de Los minutos negros (2006) y No manden flores (2015), dos hitos del noir latinoamericano contemporáneo.


1. Pasado negro (o Bufo & Spallanzani), de Rubem Fonseca

Pasado negro de Rubem Fonseca, una de las novelas negras que deberíamos leer según Martín Solares

La novela policial más descabellada que se haya escrito en este continente. No solo actualiza el género policiaco, sino que se divierte con él, lo invita a beber caipirinha y lo lleva de paseo a investigar una historia que incluye zombis y adulterios entre la clase alta de Río de Janeiro. El gran maestro Rubem Fonseca es lo mejor que le ha pasado al género policial en los últimos 100 años. Perdérselo sería un crimen.

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2. El complot mongol, de Rafael Bernal

El complot mongol de Rafael Bernal, una de las novelas negras que deberíamos leer de la literatura mexicana

La madre de todas las novelas policiales mexicanas. Siguiendo la tradición literaria según la cual los mejores narradores no son del todo inocentes, Rafael Bernal inventó a un guardaespaldas mexicano, acostumbrado a matar, que se ve involucrado en una intriga internacional con agentes de la CIA y la KGB.

Es una extraordinaria aventura verbal que se parece mucho a una noche de parranda en algún bar del centro: bebiendo tequila de tiempos de la Revolución mexicana y escuchando, a una mesa de distancia, la confesión de un tipo muy rudo.

Nota: en 2019 El complot mongol fue adaptada al cine, sin gran éxito. Su protagonista fue Damián Alcázar (en la imagen que acompaña a la nota en el home).


3. Aguas profundas, de Patricia Highsmith

Aguas profundas de Patricia Highsmith, una de las novelas negras que deberíamos leer según Martín Solares

Esta misteriosa narradora texana tomó las novelas negras que se dedicaban a resolver enigmas de segunda categoría, les dio la vuelta y reinventó el género entero. Al elegir a simpáticos estafadores, peligrosos exconvictos o asesinos involuntarios como protagonistas de sus libros, Highsmith creó novelas en las que cualquiera —hasta el más inocente, incluso San Pedro— se identificaría con los culpables, se preocuparía por ellos y daría su brazo izquierdo porque salgan libres de toda vicisitud.

Aguas profundas equivale a una inmersión a lomo de ballena en el mar de la culpa, el miedo y la angustia. Una de esas novelas que nadie debería ignorar en esta vida negra y criminal.


4. El halcón maltés, La llave de cristal y Cosecha roja, de Dashiell Hammett

El halcón maltés de Dashiell Hammett, una de las novelas negras que deberíamos leer del siglo XX

Apenas elegí tres, pero Hammett equivale, en el lenguaje de la novela criminal, a describir los colores primarios.

De hecho, por su enorme calidad literaria podríamos decir que creó algunas de las corrientes policiacas que todos han imitado. Historias de detectives quijotescos, desencantados de la vida y empeñados en hacer justicia en una ciudad corrupta. Peleas entre dos grupos de gánsteres provocadas por un agente externo. Y quimeras que policías y delincuentes persiguen por igual, y que se revelan tan vanas como la vida.

Y además, sus frases cortas, su oído para el diálogo de personajes tan diferentes como remotos: todo ello desplegado sobre la extrema tensión de sus capítulos, donde los personajes siempre parecen sentarse sobre barriles de pólvora a punto de estallar. Con un toque maestro: nunca conocemos del todo el principio ni el final de cada capítulo, como si hubiéramos llegado tarde y debiéramos salir corriendo de una sucesión de momentos cruciales. Larga vida a Dashiell Hammett.


5. Pandora (Liliana Blum), Perra brava (Orfa Alarcón) y Temporada de huracanes (Fernanda Melchor)

Temporada de huracanes de Fernanda Melchor, una de las novelas negras que deberíamos leer

Podría citar a Petros Márkaris, Henning Mankell y Andrea Camilleri, que tanto hicieron por incluir problemas sociales de grandes ciudades europeas en sus estupendas, faraónicas novelas negras, y por la invención de tres personajes fundamentales: el irritable comisario griego Kostas Jaritos, el olvidadizo policía sueco Kurt Wallander y el divertidísimo Montalbano de Sicilia. Se necesita un talento fuera de lo común para crear esas sagas, que a todos nos han ayudado a vivir.

De Europa al crimen latinoamericano escrito por mujeres

Pero de un tiempo a la fecha creo que sería injusto ignorar a las novelistas más jóvenes, que dan de qué hablar cuando hablan del crimen.

Con recursos narrativos siempre potentes, y con un punto de vista que supera el masculino tradicional —ya muy gastado—, Liliana Blum, Orfa Alarcón y Fernanda Melchor han puesto un nuevo tema en el centro de sus novelas. Se trata de la impostergable disección del machismo y la cosificación femenina.

En consecuencia, sus tramas, sus personajes e incluso el ritmo de sus novelas realizan un impactante retrato de las ideas criminales que hay contra las mujeres en América Latina. Pandora, El monstruo pentápodo y Cara de liebre, en el caso de Blum; Perra brava y Loba, de Alarcón; más Temporada de huracanes, de Fernanda Melchor, están provocando una verdadera revolución, gozosa por muchos motivos, todos literarios. Un banquete al que nadie debería dejar de asistir.


Mónica Ojeda autora de terror latinoamericano

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Hasta aquí va la ruta personal de Solares; a continuación se suman otras novelas negras que deberíamos leer según escritores que han pensado el género.


Más novelas negras que deberíamos leer, según otras “plumas sagradas”

Esta selección inicial funciona como una ruta para encontrar novelas negras que deberíamos leer hoy, desde clásicos hasta rarezas del género.

Por otra parte, para ampliar el mapa, sumamos aquí algunas novelas de crimen y misterio que distintos escritores han citado como referentes, lecturas decisivas o modelos del género. No son “rankings definitivos”, sino pistas fiables de qué leen las vacas sagradas cuando se asoman a la oscuridad.

Roberto Bolaño y El largo adiós

Retrato de Roberto Bolaño, lector apasionado de novelas negras Portada de El largo adiós, una de las novelas negras que deberíamos leer de Raymond Chandler En ensayos y entrevistas, Bolaño confesó su devoción por la novela negra norteamericana y en particular por Raymond Chandler. El largo adiós aparece una y otra vez como una de las novelas que lo marcaron: un manual de melancolía dura, amistad y ética del perdedor. Puedes leer más sobre el autor en su ficha en Penguin Random House .

Haruki Murakami y El largo adiós

Retrato de Haruki Murakami, escritor influido por la novela negra de Chandler El largo adiós de Raymond Chandler, una de las novelas negras que deberíamos leer según Bolaño, Murakami y Piglia Por ejemplo, Murakami tradujo al japonés The Long Goodbye y ha escrito que Chandler le enseñó a escuchar diálogos y a construir atmósferas. Cuando habla de policial, regresa siempre a esa novela crepuscular donde el detective es menos un sabueso que un testigo herido.

Ricardo Piglia y El largo adiós

Retrato de Ricardo Piglia, crítico y escritor fascinado por la novela policial Portada de El largo adiós, novela negra de Raymond Chandler que deberíamos leer Piglia leía a Chandler como alta literatura. En conversaciones y textos críticos menciona El largo adiós como una novela mayor del siglo XX y la usa para explicar su famosa idea de que en todo policial hay dos historias: la del crimen y la de la investigación.

P. D. James y El asesinato de Roger Ackroyd

Retrato de P. D. James, autora de novelas detectivescas clásicas Portada de El asesinato de Roger Ackroyd, clásico de la novela negra de Agatha Christie En su ensayo Talking About Detective Fiction, P. D. James destaca la audacia estructural de El asesinato de Roger Ackroyd y la coloca entre las cumbres del género clásico: un ejemplo de cómo un truco narrativo puede cambiar para siempre las reglas del juego.

Mario Vargas Llosa y La muerte y la brújula

Retrato de Mario Vargas Llosa, lector de relatos policiales de Borges Portada de La muerte y la brújula, relato policial de Jorge Luis Borges que deberíamos leer Vargas Llosa ha señalado el relato “La muerte y la brújula”, de Jorge Luis Borges, como una de las mejores historias policiales en nuestra lengua. No solo por el enigma, sino por la manera en que convierte la pesquisa en un laberinto metafísico.

James Ellroy y El cartero siempre llama dos veces

Retrato de James Ellroy, autor de novelas negras sobre crimen y corrupción Portada de El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain, una de las novelas negras que deberíamos leer Ellroy ha dicho que The Postman Always Rings Twice fue uno de los golpes fundacionales que lo empujaron a escribir: una novela corta, brutal, donde eros y violencia van pegados y no hay redención posible.

Patricia Highsmith y Crimen y castigo

Retrato de Patricia Highsmith, maestra del thriller psicológico y la novela negra Portada de Crimen y castigo, antecedente de muchas novelas negras que deberíamos leer Patricia Highsmith, cuya página oficial puede consultarse aquí, se declaraba lectora fervorosa de Dostoievski y de Raskólnikov. Para ella, Crimen y castigo abría la puerta al verdadero thriller psicológico: el crimen como laboratorio de culpa, paranoia y autoengaño.

Henning Mankell y La bestia debe morir

Retrato de Henning Mankell, creador del comisario Kurt Wallander Portada de La bestia debe morir, novela de Nicolas Blake recomendada por Henning Mankell El creador de Kurt Wallander mencionó La bestia debe morir entre las novelas inglesas que más apreciaba: un policial construido como diario íntimo de un hombre que planea matar al asesino de su hijo.

Stephen King y la fiebre nórdica

Retrato de Stephen King, lector entusiasta de la novela negra nórdica Portada de la trilogía Millennium de Stieg Larsson, novelas negras nórdicas que deberíamos leer En columnas y entrevistas, Stephen King ha elogiado la trilogía Millennium y, en particular, La chica con el tatuaje del dragón, como un thriller moderno impecable: un engranaje de suspense, crítica social y personajes rotos.

Este mapa, cruzado con la ruta personal de Martín Solares, deja una idea clara. La novela negra es una conversación de largo aliento entre escritores, épocas y países. Y, como todo buen crimen perfecto, se resuelve leyendo.

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Portada » Las mejores novelas negras según los propios escritores

    2 comentarios en “Las mejores novelas negras según los propios escritores”

    1. De acuerdo con D.Hammet, pero en la misma dinámica me faltan R.Chandler, sobre todo, y también J.M.Cain y P.D.James. La novela negra estadounidense no se entiende sin ellos.

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