Desde sus primeros títulos, Vestigio y ciencia ficción colombiana han abierto un territorio literario donde caben el terror, lo bizarro, lo mutante y las rarezas que casi nadie más se atreve a publicar.
Por Julián Santamaría *
Durante décadas, la ciencia ficción, la fantasía, el terror y tantos otros géneros han sido relegados o considerados menores ante la ‘literatura seria’.
De hecho, cuando la crítica se refiere a la obra de importantes exponentes de la narrativa hispanoamericana actual, con claras influencias de estos géneros, como Samantha Schweblin, Mariana Enríquez o Mónica Ojeda, evitan estos calificativos y optan por eufemismos como ‘gótico tropical’ o ‘gótico andino’.
Al mismo tiempo, en las librerías es usual ver cómo se separan a estos ‘géneros menores’ de la narrativa colombiana, latinoamericana o ‘universal’. Es así que algunos estantes están dedicados exclusivamente a ellos, pero se limitan a exponer los mismos autores de siempre.
Vestigio y ciencia ficción a la colombiana: nuevas rutas del género
En el caso de la ciencia ficción, los nombres de cabecera son Isaac Asimov, Philip K. Dick, Arthur C. Clarke o Liu Cixin, el autor chino que ha recibido el respaldo mediático del expresidente estadounidense Barack Obama y del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Entrevistas · Música y sci-fi
David Bowie nunca fue ‘David Bowie’
En algunos casos, estos nombres, estarán acompañados del nombre de la más reciente novela de literatura juvenil que se haya adaptado al cine y de uno que otro autor anglosajón.
Producto de la inconformidad con esta falta de diversidad en el mundo editorial, y en contra de la forma en que estos géneros han sido relegados, apareció Ediciones Vestigio, un proyecto que le apuesta a la difusión de aquella literatura que, por su extrañeza y evasiva clasificación, ha sido dejada de lado por las grandes editoriales.
Explorando el catálogo de Vestigio
Su propuesta no es publicar autores tan solo por el hecho de que estén fuera de los circuitos tradicionales, o sencillamente publicar lo que no es viable comercialmente. Es decir, no es una editorial independiente común y corriente. Con cada nuevo título, Vestigio y ciencia ficción colombiana amplían un mapa donde caben el bizarro, el new weird y la escritura periférica.
El primer título de la editorial fue la reedición de la primera novela de la chilena Diamela Eltit, Lumpérica, publicada originalmente en el país austral, en 1983, por Ediciones del Ornitorrinco.
“Hay gente que nos dice: ‘ustedes están sacando cosas ‘re locas’, pero estas no son cosas que nos sacamos de la manga. Lo que hemos querido explorar, no solo con el bizarro, sino con el new weird, es lo que se está haciendo ahorita en cuanto a ciencia ficción”, explica Diego Cepeda, su editor.
Las reediciones
El primer título de la editorial fue la reedición de la primera novela de la chilena Diamela Eltit, Lumpérica. Cepeda dice que desde un principio, entre las razones de ser de la editorial también estaba encontrar autores colombianos que estuvieran produciendo este tipo de literatura.
Por eso, entró en contacto con quien sería el otro pilar de este proyecto: Rodrigo Bastidas. Además de su labor académica, había recopilado la antología de ciencia ficción colombiana.
Espacio para autores colombianos
El trabajo en conjunto ha dado como resultado casi tres decenas de libros repartidos entre sus cuatro colecciones: Nigredo (bizarro), Albedo (new weird), Rubedo (escritura periférica) y Teratoma (pulp).
Entre los autores colombianos que han encontrado un lugar para publicar sus trabajos está Camilo Ortega, conocido por su pseudónimo literario Hank T. Cohen.
Cine · Culto
Jairo Pinilla: el director de cine que ya no tiene películas
Sobre El pornógrafo, explica: “El manuscrito ya estaba y venía pensando en cómo lo iba a publicar. Empecé a mandarlo a varias editoriales colombianas, pero, como era un texto bastante raro, me dijeron que no era lo que estaban buscando”.
En menos de cinco años, Ediciones Vestigio ha consolidado una identidad propia. Al respecto, Bastidas dice: “Con el tiempo, Vestigio ha construido un tipo de personalidad muy clara frente a lo que está proponiendo al punto de que nos escriben diciendo ‘esto es algo que solo ustedes publicarían’”.
“Todos son géneros que trabajamos tienen un componente cinematográfico, están llenos de construcciones y de imágenes muy fuertes que desde el comienzo hemos querido reforzar a través de ilustraciones».
La ciencia ficción colombiana y el territorio mutante de Vestigio
En lo que respecta a la ciencia ficción, Colombia ha tenido algunos obras precursoras como Una triste aventura de catorce sabios de José Félix Fuenmayor, o el cuento Bogotá en el año 2000 de Soledad Acosta de Samper.
No obstante, es importante entender que la apuesta de Vestigio y ciencia ficción colombiana no es buscar aquellas obras que repliquen las formas tradicionales de entender la ciencia ficción. Tampoco se interesan por aquellas que se limitan a ‘tropicalizar’ o ‘criollizar’ el género.
“Parte de lo que queremos hacer en la editorial es difundir lo que se está haciendo ahorita que no sea precisamente en naves especiales ‘piu piu piu’ y ya. Que no se termine la definición del género ahí”, explica Bastidas.
Cómic · Tendencia
La novela gráfica que cautiva a miles de lectores en el mundo
Las cosas diferentes de Vestigio
Por su parte, Ortega señala: “Aquí en Colombia, esto de la literatura rara es algo que comenzó hace poco. Nos han metido en la cabeza esa idea solemne de la literatura, pero no tiene que ser así… hay un espacio para la exploración que hasta ahora está abriéndose un campo”.
La capacidad de la ciencia ficción, de la fantasía y del terror para proponer nuevas alternativas y visiones de lo que puede ser la realidad, es, precisamente, uno de sus grandes potenciales.
* Periodista.
