Medio siglo de labios y libertad: el cartel que selló la historia queer del cine

The Rocky Horror Picture Show’ es mucho más que una película de culto: es un hito de la cultura queer y un símbolo de libertad creativa. A 50 años de su estreno, además, el cartel original sigue siendo una de las piezas gráficas más icónicas del cine, celebrado por su estética provocadora y su influencia en la representación LGBTI.

Tim Curry como el Dr. Frank-N-Furter, flanqueado por dos mujeres con mascarillas blancas, frente a un micrófono vintage.
Tim Curry como el Dr. Frank-N-Furter en ‘The Rocky Horror Picture Show’ (1975), un ícono del cine de culto y la cultura queer.

Por Al Pacine *

Hace 50 años, The Rocky Horror Picture Show, dirigida por Jim Sharman y protagonizada por Tim Curry, Susan Sarandon y Barry Bostwick, se estrenó como un musical irreverente que parodiaba y homenajeaba la ciencia ficción y las películas de serie B. Su mezcla de sexualidad desinhibida, estética glam, humor absurdo y ruptura de convenciones narrativas la convirtió en un objeto extraño para el Hollywood de la época. El público inicial la recibió con frialdad, su recorrido comercial fue breve: fracasó en taquilla y desapareció rápidamente de las carteleras convencionales. 

El fenómeno de culto que nació en 1975

Sin embargo, en abril de 1976, el Waverly Theatre, un cine de Nueva York, comenzó a proyectarla en funciones de medianoche, un formato que abrió la puerta a que un grupo de espectadores la convirtiera en ritual colectivo para disfrazarse como los personajes, interactuar con la pantalla, bailar y recitar diálogos. Aquello fue el germen de una comunidad global que transformó un fracaso en el ejemplo más longevo de cine de culto, con proyecciones ininterrumpidas durante cinco décadas. Se calcula que lleva 2 400 semanas continuas en cartelera. Y, en 2005, fue incorporada al National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, que garantiza su preservación como obra culturalmente significativa.

La película fue importante para la comunidad LGBTI. Sus personajes rompían las normas de género y sexualidad y ofrecían un espacio seguro para la autoexploración. En una época de poca representación y fuerte prejuicio, se convirtió en un lugar para reafirmar identidades y ser libre. También invitaba a celebrar, sin pudores, la ambigüedad sexual y de género. Su famoso lema Don’t dream it, be it (No lo sueñes, sé) se volvió una consigna personal. Muchos lo adoptaron tras encontrar en este film un mensaje esperanzador.

En palabras de Tim Curry, en una entrevista concedida en 2005, fue “un rito de paso… una fiesta segura para ir solo o acompañado, una oportunidad para probar identidades, descubrir su propia sexualidad”. En un tiempo en que la diversidad sexual rara vez tenía representación positiva en el cine, The Rocky Horror Picture Show ofreció un lenguaje visual y narrativo que no temía transgredir.

Los labios más famosos del cine

Parte de esa potencia radicó en su póster más famoso: unos labios rojos y voluptuosos sobre fondo negro, acompañados por una tipografía irregular y sanguinolenta. A menudo atribuido erróneamente al diseñador John Pasche (creador del logo de los Rolling Stones), este cartel fue obra del artista Barry Shereshevsky, quien utilizó los labios de la modelo Lorillie Goldberg, cuya imagen se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo pop perdurable. 

El diseño era minimalista pero potente. Los labios realistas en medio de la oscuridad, más la tipografía sangrienta, evocaban a la vez horror clásico y sensualidad pop, y conectaban directamente con la apertura del film, inspirada en obras como The Lovers, de Man Ray, y en la obra teatral Not I, de Samuel Beckett, donde unos labios cantaban Science Fiction/Double Feature sobre un fondo oscuro. 

Cabe recordar que la película nació del musical teatral The Rocky Horror Show, de Richard O’Brien, y retomó de él la imagen inicial de unos labios cantando, que también servirían de base para el célebre cartel.

Por su parte, el afiche británico original, obra de John Pasche (famoso también por el logo de los Rolling Stones) presentó un collage colorido con los personajes, más teatral y narrativo, reflejando el origen escénico del musical.

Este aniversario 50 inspiró una reinterpretación contemporánea de Aleks Phoenix. Lejos de rehacer el diseño clásico, creó una imagen propia basada en el imaginario del film: un primer plano extremo de Tim Curry como Frank-N-Furter, con colores saturados y texturas intensas que transmitían una energía “monumental, cinemática y estridente”. Phoenix explicó a La Rueda Suelta que el póster original “era provocador, expresivo, sensual, con un toque pulp”. Destacó que su vigencia radica en el poder de los símbolos simples.

Los 50 años de The Rocky Horror Picture Show

Este aniversario también activó una amplia celebración: la gira conmemorativa Spectacular Tour recorre más de 50 ciudades de EE.UU. y Canadá con proyecciones y encuentros con actores; el Academy Museum de Los Ángeles organizó funciones en 4K con charlas, y que se proyectaron la película al aire libre, se lanzaron ediciones especiales en Blu-ray 4K, vinilos dorados y coleccionables. En paralelo, el mercado del póster continúa activo: una copia restaurada y certificada del póster de los labios se vende por unos 579 dólares.

No obstante, la película también ha sido objeto de crítica contemporánea. Algunos la cuestionan por representar estereotipos transfóbicos o por difuminar límites de consentimiento en actuaciones participativas, lo que ha generado reflexiones dentro de la comunidad queer sobre su legado y la necesidad de entornos seguros.

Hoy, The Rocky Horror Picture Show sigue siendo, como apuntó la BBC, “la película que salvó vidas”. Es un artefacto cultural que se ha mantenido vivo gracias a la pasión de su comunidad. Su cartel, tanto el clásico de Shereshevsky como la visión vibrante de Phoenix, condensa todo en una sola imagen: unos labios rojos que invitan, provocan y recuerdan que, como dice la canción, no lo sueñes… sé.

50 años de carteles de The Rocky Horror Picture Show

Cartel The Rocky Horror Picture Show John Pasche

The Rocky Horror Picture Show — John Pasche

1975 · Reino Unido

Formato: Quad británico.

Estilo: Collage fotográfico con Frank-N-Furter, Brad, Janet y otros personajes sobre fondo rojo vibrante.

Intención: Capturar el espíritu teatral del musical original y presentar el reparto.

Dato: Pasche también creó el icónico logo de los Rolling Stones con la lengua, una de las imágenes más reconocibles del rock.

Cartel original que acompañó el estreno del film en 1975.


Cartel labios Rocky Horror Barry Shereshevsky

One Sheet — Barry Shereshevsky

1975 · Estados Unidos

Formato: One Sheet (27”×41”).

Estilo: Labios rojos fotográficos sobre fondo negro, tipografía blanca “sangrante” y lema A Different Set of Jaws.

Intención: Reducir la película a un solo símbolo provocador y reconocible.

Dato: El eslogan dialogaba irónicamente con Jaws (Tiburón, 1975) y ayudó a fijar los labios como icono pop del film.

Los labios rojos de ‘The Rocky Horror Picture Show’, un icono del cine de culto desde 1975.


Cartel homenaje Rocky Horror Aleks Phoenix

Homenaje — Aleks Phoenix

2020s

Formato: Cuadríptico.

Estilo: Expresivo, con sombras azules ajadas y labios que evocan la apertura del film.

Intención: Rendir tributo al espíritu transgresor del musical y actualizar su imagen icónica.

Dato: Homenaje contemporáneo difundido en portafolios y redes del autor, que reinterpreta los códigos del afiche clásico.

Homenaje reciente inspirado en la iconografía de ‘Rocky Horror’.

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* Cinéfilo desempleado

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