Cuando Charly García va al cine

La música del cantante argentino tiene influencias latentes de Kubrick y otros directores. El autor y crítico Sergio Fuster escribió un libro en el que explica qué tanto cine hay en en la obra de Charly García. 

Charly y el cine

La película favorita del músico es ‘Blade Runner’. La relación Charly García y cine es de vieja data.

* Melissa Andrea Betancour León 

Al pensar en Charly García, la música no es el único lenguaje artístico que viene a la mente. La mirada cinematográfica ha sido, desde sus inicios, fundamental de su propuesta musical, que le regala a su oyente elocuentes imágenes, narraciones envolventes y lo sitúa en un universo que conjuga ambas artes. 

Justamente de eso habla la más reciente obra del escritor y crítico cinematográfico Sergio Luis Fuster, autor de Charly García y el cine. El cimiento creativo del artista. El libro, el vigésimo cuarto volumen de la colección Estación cine, de la Editorial Ciudad Gótica, ahonda en la profunda relación que el cantante entabla con el séptimo arte y brinda una mirada íntima y novedosa de él.

 La tradición cinematográfica argentina es larga y está colmada de grandes nombres como María Luisa Bemberg, Edgardo Cozarinsky y Luis Puenzo. No en vano, Argentina fue el tercer país latinoamericano en conocer el cine con una histórica proyección realizada en Buenos Aires, en 1896. Al comenzar la década de los 50, el séptimo arte se había ya convertido en una importante herramienta de representación social en el país con referentes como La guerra Gaucha (1942) y Los Isleros, que participó en el Festival de Cannes de 1951 –año en el que también nació García–.

Ella es…

 La vida del cantante ha estado colmada de referentes fílmicos que convergen con el lenguaje musical que acuña. “Hay algo más en Charly que huele a material fílmico. Toda su vida podría ser la saga interminable de una película de aventuras filmada por Spielberg, o tener el sabor más íntimo y confesional de las películas francesas”, afirma Fuster en su obra. La multidisciplinariedad forma parte activa de su universo y propone a su público un juego que atraviesa sus sentidos, mientras le pide participar de una lúdica que involucra a los principales referentes del artista.

En esta empresa, la influencia de Stanley Kubrick en García es notoria. Random (2017), su más reciente álbum, es un claro homenaje al director; desde Ella es tan Kubrick, hasta la estructura del álbum plantean conversaciones que resaltan su carácter cinéfilo. García crea escenografías, propone diálogos musicales –como en el caso del Nocturno en mi bemol mayor, de Chopin, que introduce a La máquina de ser feliz–, y establece una arquitectura auditiva que siempre apunta también a una faceta visual. 

El video de ‘Ella es tan Kubrick’.

“Charly muy bien pudo musicalizar Eyes wide Shut (1999), la última película de Kubrick. Esas fiestas de alta sociedad, y los momentos de persecución, muy bien pudo haberlos musicalizado”, comenta Fuster a LA RUEDA SUELTA. Sin embargo, a pesar de su relevancia en su obra, Kubrick no es su única influencia. En su niñez lo marcó a fuego Lili (1953), de Charles Walters, con el protagónico de Leslie Caron”, cuenta el autor. Billy Wilder, David Cronenberg, Luis Buñuel, Ridley Scott y Tim Burton también hacen parte de su lista.

La faceta cinéfila de García no se limita a esto. Algunas de sus canciones aparecen en bandas sonoras como Canción para mi muerte, en Buenos Aires viceversa (1996),  o Inconsciente colectivo, en la galardonada Argentina 1985 (2022).  Y no se puede pasar por alto, por ejemplo, el álbum Películas (1977), de La máquina de hacer pájaros, banda que lideró: en la tapa puede verse al grupo salir de ver Trampa mortal, una película de Hitchcock. El rockero también compuso la música del largometraje Pubis angelical (1982), dirigido por Raúl de la Torre y basado en el libro de Manuel Puig. Entre sonidos psicodélicos y modernos, refleja los ensueños de la protagonista. El disco, que  también evidencia su sensibilidad frente a la narrativa audiovisual, conjuga sonidos tradicionales del bolero y el tango con composiciones que rememoran la fantasía y el drama que vive la mujer, encarnada por Graciela Borges. 

Cinema Verité

García juega con las sensaciones del público y, en canciones como Monóculo fantástico, añade a la película una capa sensorial adicional que transporta a quien observa en partícipe del delirio del filme. “[En cuanto a su faceta cinematográfica] la composición de la banda sonora (…) es exquisita”, admite Fuster. Como compositor, Cinema verité y Canción de Hollywood también son obras que el crítico resalta. De la primera cabe recordar un aparte de la letra: “Y yo estoy con la máquina de mirar, justo en el paraíso, para filmar”.

“Luego de repasar y disfrutar una y mil veces su obra, no puedo dejar de sorprenderme y afirmar que la cinefilia es su cimiento creativo. Es como si todas sus canciones estuvieran construidas como guiones cinematográficos”, concluye Fuster. Y es que la relación entre lo visual y lo auditivo en la obra de Charly García implica un permanente diálogo. Sus composiciones se nutren del cine; pero plantean, a su vez, preguntas acerca de la transversalidad en las artes. Finalmente, el cine es, como decía Kubrick: “Como la música. Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos”.

Charly y el cine: sus 10 películas favoritas

  1. BLADE RUNNER (Ridley Scott, 1982)
  2. LOLITA (Stanley Kubrick, 1962)
  3. JASON Y LOS ARGONAUTAS (Don Chaffey, 1963)
  4. DR. STRANGELOVE (Stanley Kubrick, 1964)
  5. ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO (Luis Buñuel, 1978)
  6. A HARD DAY’S NIGHT (Richard Lester, 1964)
  7. THE PRODUCERS (Mel Brooks, 1967)
  8. MATCH POINT (Woody Allen, 2005)
  9. BAJO EL CIELO DE BERLÍN (Win Wenders, 1987)
  10. MAHLER (Ken Russell, 1974).

 

* Literata de la Universidad de los Andes

 

 

 

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