Gastropolítica, un podcast creado por el uruguayo Maxi Guerra, se ha convertido en uno de los formatos gastronómicos más escuchados en Latinoamérica. La Rueda Suelta habló con él para entender la clave de su éxito.
* Melissa Andrea Betancour León
En 1789, María Antonieta pronunció una frase que cambió el mundo: «déjalos comer pastel». Esta exclamación tuvo un impacto que transformó a Francia, convirtiéndose en símbolo de indiferencia y avivando la ira de los galos, lo que llevó a la Revolución que cambió el rumbo del país.
Esta anécdota es una de las pruebas de que la gastronomía puede ser un motor de la historia. De esta premisa nació Gastropolítica, un podcast que combina lo mejor del mundo culinario y la política. Desde la relación entre las cafeteras Bialetti y el fascismo, hasta los deseos lácteos de Fidel Castro, Maxi Guerra narra los encuentros y desencuentros que han trascendido la cocina.
Conversamos con él para entender cómo se convirtió en uno de los podcasts gastronómicos en español más escuchados en Latinoamérica.
Del paladar al oído
Definir a Guerra es difícil. Él no se considera periodista ni crítico gastronómico, y tampoco le gusta pensar en sí mismo como un historiador de la cocina. Su labor se asemeja más a su experiencia como locutor radial; él se considera un narrador culinario.
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El amor de Maxi por la gastronomía igual es difícil de rastrear en el tiempo. La cocina era un espacio mágico que, en su Uruguay natal, le enseñó acerca del sabor único que las personas comparten alrededor de una mesa.
A los veinte años, su admiración se convirtió en una vocación. Aprendió técnicas culinarias y, aunque no se dedicó profesionalmente a ello, cocinó de manera profesional. También se formó en cine, trabajó como locutor de radio, fue editor de una revista humorística, y actualmente trabaja en una librería especializada en gastronomía en Montevideo.
La receta para narrar historias
Con el tiempo, logró crear la receta perfecta que fusionara todas sus pasiones, y Gastropolítica: el podcast de Maxi Guerra es el resultado de ese proceso.
El podcast es la culminación de varios proyectos. La receta dispersa fue su punto de partida. En un formato audiovisual, Maxi se propuso contar historias a través de sus platos favoritos. El resultado fue una compilación que, años después, se convirtió en una columna radial en la emisora Del Sol.
La radio influyó en su idea de crear un podcast que mezclara las herramientas de difusión con la investigación y guiones aprendidos durante su estudio de cine.
El poder narrativo de la cocina ha llevado a Maxi a verla como un cultivo de historias que, aliado con una investigación minuciosa y guiones dinámicos, transporta a sus oyentes a un universo multisensorial y delicioso.
En este sentido, la receta que compone sus capítulos se caracteriza, en sus propias palabras, «por destilar la esencia de cada una de las historias».
Escuche Gastropolítica: el podcast de Maxi Guerra
Su curiosidad lo lleva a saborear ideas y libros que le sirven de referencia para crear un ambiente rico en cultura, preparado con esmero y cocinado a fuego lento, como el mejor de los caldos. Así, desde espacios de no ficción, el podcast construye un universo de realismo mágico que se fusiona con el pasado de platos y recetas que todos recordamos.
El cine influye
Las historias que protagonizan Gastropolítica: el podcast de Maxi Guerra, son un vivo ejemplo de que la realidad, en muchos casos, supera a la ficción. A través de una investigación rigurosa, estar atento a su entorno y mucha lectura, estas historias se convierten en algo orgánico.
«Uno de mis mayores referentes es el cortometraje brasileño ‘La isla de las flores’ (1989); me mostró que los detalles de la vida cotidiana pueden ser el punto de partida para historias», comenta.
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El cortometraje, de Jorge Furtado, retrata la realidad social a través de la historia de un tomate que es desechado en la basura. Así, el deseo de Maxi es despertar en sus oyentes la misma curiosidad que él siente al entablar una conversación entre la gastronomía y la vida diaria, porque narrar la cocina es también hablar sobre la intimidad y la emoción.
Lo cotidiano y lo íntimo confluyen en los dos componentes principales de Gastropolítica: su temática y su formato. «La culinaria es un terreno que va más allá de lo biológico; pero también es el único arte con el que todos tenemos una relación».
Así, la gastronomía se transforma en el arte universal que habita en nuestras cocinas y que solo espera el toque creativo de unas manos para manifestarse.El podcast como formato funciona de manera similar; «tiene una carga emocional que no tienen otros medios. Los oyentes le dan a tu voz un espacio importante en su vida diaria».
Gastropolítica: el podcast de Maxi Guerra
El podcast es un paréntesis que acompaña, que genera conversación y que crea un ambiente místico y cercano entre el oyente y el narrador. «El dietario disperso», un formato menos ensayístico y mucho más experimental incluido en Gastropolítica: el podcast de Maxi Guerra, es una prueba de ello. Partiendo de los platos que consume en una semana, Maxi sumerge a sus oyentes en un caldo de pensamiento que atraviesa cada receta con la lógica de un diario gastronómico.
«Poco a poco, la intersección entre periodismo, literatura y cocina seguirá creciendo. En la actualidad, la sección de ensayo culinario en las librerías es pequeña en comparación con los libros de recetas; pero los autores se han dado cuenta de que la cocina puede ser un vehículo formidable para hablar de amor, emoción y conexiones», comenta Maxi.
Una nueva visión ha renovado la cocina como forma artística. Y esto ha impulsado la creación de editoriales especializadas en gastronomía, entre ellas, Hambredecultura, del catalán Dani Guerrero, o el sello Gastro de Planeta. También ha dado lugar al fenómeno de chefs que se convierten en estrellas, como Leonor Espinoza y Ferran Adrià. No menos publicaciones en las que la culinaria es protagonista, como Calor, de Bill Buford, y Recetario de sabores lejanos, de Cohete Comics.
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Es necesario fomentar el periodismo gastronómico, cultivar nuevos paladares en las estanterías de las librerías y sazonar las letras con la misma curiosidad con la que exploramos nuevas especias.
Sus favoritos
Mientras tanto, en un universo lleno de sabores, Maxi Guerra siempre vuelve a las recetas de su infancia. Sus platos favoritos son un viaje a sus raíces, combinando lo mejor de su herencia italiana y libanesa con los clásicos de Montevideo.
Le gusta el carácter lento y atento del risotto porque «hay algo ceremonial en estar junto a la olla». Sin embargo, no deja de lado los asados uruguayos de los fines de semana, que acompaña con tabulé de guarnición. Gastropolítica se convierte en la metáfora perfecta de esta mezcla.
Es un microcosmos que habla de la universalidad de la comida. Y a la vez narra las recetas que han hecho historia y descubre los secretos que esconden los platos que nos han acompañado desde siempre.
*Literata de la Universidad de los Andes