Cinco libros para descubrir México

La Feria del Libro de Bogotá, FILBo, abrió las puertas para conocer el universo del invitado de honor al evento. LA RUEDA SUELTA propone cinco libros de México para saber más a fondo sus letras.

Rosario Castellanos, Octavio Paz, Homero Aridjis, José Emilio Pacheco y Jorge Luis Boone. Autores de grandes libros de México.

* Melissa Andrea Betancour León 

Una de las palabras que mejor puede describir a la literatura mexicana es también el gran emblema de la más reciente edición de la Feria del Libro de Bogotá: Raíces. Desde Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Rulfo, hasta Laura Esquivel y Juan Villoro, la literatura mexicana ha contado siempre con una mirada reflexiva hacia su origen, creando una identidad nacional basada en el autoconocimiento que está en continua construcción. 

Esta país se escribe y se enuncia en sus letras. La literatura es, tal y como en su momento propuso el escritor y político Manuel Altamirano, la herramienta que forja a la cultura nacional. Aquí una selección de cinco libros de México que recopilan la mirada introspectiva, autocrítica y polifónica que componen el universo literario mexicano.

Oficio de tinieblas, Rosario Castellanos (1962)

La narrativa de Castellanos se destaca por abordar problemáticas sociales desde diversas perspectivas, lo que le permite ofrecer una mirada completa y detallada de lo que se cuenta. En «Oficio de tinieblas», la autora sitúa al lector en la Rebelión Chamula de 1869, que tuvo lugar en Chiapas. 

A través de esta obra, Castellanos da voz a aquellos que fueron silenciados por los efectos del colonialismo, y resalta la resistencia y la transformación de la economía rural hacia una estructura burguesa.

La obra explora cómo la otredad y la dominación son los elementos que contribuyen a la opresión social que enfrenta la comunidad indígena. La cultura se convierte en un motivo de conflicto en un espacio periférico que, según la autora, convierte al silencio en su mejor aliado.

Memorias del Nuevo Mundo, Homero Aridjis (1988)

En la obra Memorias del Nuevo Mundo, el trauma y el dolor de la conquista son presentados a través de la voz de un gaviero exiliado por la Inquisición de la época. La narración explora la maravilla de lo desconocido, pero también aborda el horror detrás de la misión del protagonista.

La mirada crítica que ofrece Aridjis permite al lector comprender dos puntos de vista duales que, a pesar de ser diferentes, no se excluyen mutuamente. La fatalidad del destierro del colono y la tragedia del dominio indígena son presentadas como la conclusión de una maquinaria que victimiza a diferentes eslabones del proceso.

El laberinto de la soledad, Octavio Paz (1950)

La principal preocupación de Octavio Paz en su ensayo El laberinto de la soledad es la construcción identitaria, lo que lo ha convertido en un referente del género en Latinoamérica. A lo largo del texto, Paz se cuestiona acerca de la mexicanidad, los valores culturales, la migración, las máscaras y las tradiciones que conforman las múltiples facetas de México.

En cada uno de los capítulos del ensayo, Paz explora las fronteras de la mexicanidad, entrelazando la percepción individual con la concepción grupal. De esta manera, crea un entramado de pensamiento que encierra el imaginario colectivo de la nación.

Toda la soledad del centro de la tierra, Jorge Luis Boone (2019)

En «Toda la soledad del centro de la Tierra», la orfandad, el desierto y el abandono se convierten en un arma contundente para narrar la realidad social que consume al norte del país, a través de la experiencia de un niño. 

Boone transporta al lector a una realidad matizada por la decadencia y la oscuridad, mediante un texto que plantea más preguntas que respuestas. La mirada del autor se convierte en un espejo que envuelve con misterio su escenario, hasta convertirlo en un espacio que oscila entre la memoria y el olvido.

Las batallas en el desierto, José Emilio Pacheco (1981)

Pacheco aborda el panorama mexicano posterior a la Segunda Guerra Mundial para mostrar un país en proceso de cambio gracias a la modernización. La influencia de Estados Unidos y la moral de una sociedad conservadora se entrelazan en la vida de Carlos. 

El amor inocente del niño hacia la madre de uno de sus amigos permite al lector percibir los pequeños cambios que trae la postguerra al país y comprender los tabúes que aún persisten en la época.

La historia rememora a un México en transformación desde la mirada retrospectiva de Carlos. El trauma, los cambios urbanos y la disolución de la tradición en los extranjerismos son parte del recuerdo que queda en medio de un panorama cambiante, que conserva la memoria como único registro. Un clásico de los libros de México.

*Literata de la Universidad de los Andes

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