Con esta serie, ‘Los Vengadores’ inician su fase 4 de la forma más sorprendente y arriesgada.
Wanda, el personaje principal de WandaVision, la serie a la que le apuesta Disney al adquirir los derechos del universo Marvel.
Pol Morales Vidal *
Debo confesarme. Vi WandaVision, la primera apuesta de Marvel Studios para la plataforma Disney+, sin conocer su contexto. No tenía ni la más remota idea de que con esta serie comenzaba la fase 4 de los superhéroes, maquinaria sin fin cuyos engranajes funcionan a la perfección.
Admito también que tanta planificación me producía cierta pereza y hartazgo. Tan solo he visto un puñado de películas Marvel, sin orden ni concierto, bastante ajeno a la legión que espera ansiosa cada nuevo estreno marvelita.
Ni conocía a Wanda ni a Vision. Y, sin embargo, el primer episodio me pareció lo más original y arriesgado de Disney en toda su historia.
Ni conocía a Wanda ni a Vision. Y, sin embargo, el primer episodio me pareció lo más original y arriesgado de Disney en toda su historia.
El gigante audiovisual, tras la adquisición de marcas y estudios como Pixar, Marvel, Fox o Star Wars, sigue fiel a un modelo de negocio basado en la rentabilización de tan carísimas inversiones. Prueba de ello es el enorme arsenal de estrenos que se avecinan en la que ya es su marca insignia.
Disney+ estrenará este año nada menos que 50 series ambientadas en los diferentes universos que tiene en su poder. Poco riesgo, alta rentabilidad. Hasta que llegó WandaVision y trastocó todo lo que uno podía esperar de la casa de Mickey Mouse.
Con el poder de un amplísimo batallón de fieles, los que año tras año engrosan las cifras récord de Los vengadores, Disney decidió darle un vuelco a la monotonía de su universo más lucrativo y experimentar nuevos formatos.
Más adeptos
Elizabeth Olsen y Paul Bettany, interpretan a Wanda y a Vision.
El experimento, por el momento, le salió redondo. No solo porque deja con la boca abierta a todos aquellos que entienden todas y a cada una de las referencias a sus personajes favoritos sino porque está consiguiendo que los legos en Marvel nos sumarámos a la parroquia.
Su propuesta es muy al estilo Lost. Mira por dónde: la esperada sucesora de la mítica serie ha llegado de la forma más inesperada.
No porque ambas ficciones se parezcan demasiado, más bien poco, sino por esa capacidad de sorprender, de fomentar teorías y de generar expectación con cada episodio. El capítulo semanal como un evento, como un acontecimiento a escala global y en tiempo real.
Más allá de las expectativas, la serie se atreve a ser más que un satisfyer para forofos. Cada episodio homenajea a las grandes comedias, empezando por los años 50, y siguiendo hasta los 2000, donde surgen referencias a Modern family o The office.
De esta manera, una superproducción decide reivindicar un género prácticamente en desuso, pero que tantas alegrías ha proporcionado a la historia de la televisión. Un gran homenaje a las sitcom que se entremezcla con el gran arco argumental de la serie: ¿qué ha pasado con Wanda y Vision tras el final de la fase 3?
Feminista
WandaVision ha sido valorada por la crítica como el primer gran fenómeno del 2021.
Esa mezcla entre la comedia, la parodia, la intriga, el romance, el blockbuster, e incluso la metaficción, hace de WandaVision un interesante e imprevisible cóctel. Como si fuera poco, Elizabeth Olsen enriquece su personaje con nuevos matices.
A través de Wanda vemos una producción feminista que no solo se contenta con darle el máximo protagonismo a una mujer. Superado ya ese lastre con anteriores filmes, como Capitana Marvel, convenía ir más allá para repasar al denostado papel que la televisión y la publicidad y -por consiguiente, la realidad- les reservaba a las mujeres.
Resulta interesante la evolución de esos anuncios que la serie inserta en cada episodio, desde ese machismo que daba por hecho que los electrodomésticos eran herramientas exclusivas para mujeres, hasta una actualidad con una alta dependencia hacia los antidepresivos, en busca de una realidad alternativa que nos haga ser más felices, justo lo que parece andar persiguiendo la protagonista en una gran proeza de amor con enormes daños colaterales.
A través de Wanda vemos una producción feminista que no solo se contenta con darle el máximo protagonismo a una mujer.
Detrás de esos anuncios existen multitud de teorías que enlazan su contenido con decenas de tramas pasadas y futuras, que echan mano de todo el material audiovisual ya estrenado, o de los cómics de origen, y que dan rienda suelta a todo tipo de especulaciones sobre el devenir de Los Vengadores y los X-Men, ahora que los derechos de ambos universos ya confluyen en Disney.
Esta lectura es tan solo la de un neófito que tiene la sensación de estar experimentando únicamente el 1% de la satisfacción que viven los fans de Marvel con WandaVision. El sentimiento de llegar tarde, de sentirse ajeno al fenómeno, no debe impedir, sin embargo, que los recién llegados disfrutemos, a nuestra manera, de un producto perfectamente ingeniado para dejarnos a todos con la boca abierta.
*Periodista. En Twitter @pomovi
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